Concesionarios y conductores coinciden en que los cargadores públicos han crecido menos que la demanda, lo que provoca colas para usarlos y reticencias a la compra, además de sus altos precios
Según el periódico La Opinión, A Coruña, en cinco años ha visto disminuir más del 4% de sus turismos matriculados. Tanto responsables de concesionarios como usuarios atribuyen a este aumento a pesar de la escasez de puntos de recarga públicos, la principal barrera de los coches eléctricos para convertirse en una alternativa viable.
Miguel Galván, gerente del concesionario Antamotor, destaca el ahorro que supone tanto para su negocio como para su uso personal. Aunque reconoce la insuficiencia de la infraestructura de recarga en comparación con otros países, confía en que la mayoría de los usuarios se adaptan bien a la carga doméstica. Sin embargo, la falta de puntos de recarga sigue generando reticencias entre los compradores potenciales.
Marcos Varela, director comercial del concesionario Corgal, comparte esta percepción y señala que la distribución de puntos re recarga es desigual, siendo A Coruña una de las zonas más desatendidas en el Norte. Aunque el vehículo eléctrico es rentable a largo plazo, el temor de los clientes a la falta de puntos de recarga sigue siendo el principal obstáculo para su compra
“En A Coruña la mayor parte del tiempo no tienes zonas públicas de carga disponibles”
“No hay mucho modelo de coches eléctricos por menos de 30.000 euros, pero cuanto más lo uses más ahorras”